Seguro has tenido que completar este proceso de verificación para realizar ciertos trámites o registros en algún sitio web.

¿Pero sabes qué son estas palabras?
Su creador se llama Von Ahn y es guatemalteco, en un principio creó este tipo de procedimiento como método de seguridad y para que solo los humanos pudiesen acceder a ciertos lugares.

El nombre del sistema es Captcha. Llegó a ser tan popular que gastábamos 500 mil horas diarias en esa tarea, 10 segundos en promedio por persona.

¿Tanto tiempo desperdiciado solo por un sistema de verificación?

Von Ahn no estaba muy feliz con esto y creó reCaptcha, es exactamente el mismo sistema, solo que consta de 2 palabras: una funciona para el test de reconocimiento del humano detrás de la pc  y la otra palabra es tomada de un libro que está siendo digitalizado pero que no pudo ser reconocida por la computadora, sin embargo, sí es entendida por un ser humano.

Si bien la computadora ignora el significado de una de las dos palabras, el hecho de que el usuario no sabe cuál es cuál, permite adquirir cierta confianza de que está transcribiéndola correctamente.

Este proceso se repite con 10 personas distintas por cada palabra para verificar que ha sido correctamente transcrita y luego se pasa a la siguiente.

¿Los resultados?

• 100 millones de palabras digitalizadas al día.
• 2 millones de textos al año.

2 datos interesantes que no conocías sobre tu cerebro y el marketing digital:

1. Según un estudio de Pfizer, cuando recibimos likes por el contenido publicado en nuestras redes sociales, ocurren una serie de reacciones químicas en nuestro cerebro. Entre ellas se encuentra la liberación de dopamina, la cual está encargada de brindarnos una sensación de felicidad y de activar los centros de recompensa. Es por esta razón que muchos productos se perciben de forma más “positiva” a través de los medios digitales.

2. Entre los “tipos” de marketing, existe uno dedicado especialmente a los olores.Esto ocurre porque, aunque nos acordamos del 1% de lo que tocamos, del 2% de lo que oímos, del 5% de lo que vemos, del 15% de lo que degustamos, el porcentaje más elevado corresponde a lo que olemos en 35%.